viernes, 15 de octubre de 2010

En la recta final

de adioses
aún
no se anuncia ganador...

Las lágrimas no ceden,
los recuerdos les
llevan la delantera.

El sedentarismo
emocional
me anuncia
que sólo
aprendí
a darme a ti,
y la razón
no logra convencerlo
de lo contrario...

Mañana
se liquida
el último alquiler
de una vida
en conjunto,
mientras tanto
lidiaré
con
la camisa de
fuerza
que me autoinflingí
aconsejada
por las lágrimas,
mis más infieles
compañeras...
Las más asiduas,
ciertamente,
desde que te conocí.

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