martes, 28 de septiembre de 2010

Gitana huella

dejé.

También dejé
vacías las maletas.
No me hacía falta
más ropaje
para emprender
camino
que
tu lengua mordaz
golpeándome
el último mendrugo
de afecto.

Te declaro
absoluto vencedor
y amo de casta.

Ahora
podrás arroparte
en un piso desierto
y ahorrar dinero
como nunca:
comprobarás
que
de
mantenidos
está llena
la tierra de tus sueños...
Y de pesos vacíos
la loza
de este destierro.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Pretérito perfecto

Cuando el pasado
se instala
como el único futuro probable...
Lo afirmo:
hay historias auténticas,
otras tantas contingentes.
Pero sólo algunas
que se instalan
persistentemente
en epitelio
e hipotálamo:
son las trascendentales,
las que recuerdan,
recrean,
exclaman,
rezan por encontrarse
(aunque en palabras)
con pasados
inmunes
a todo presente imperfecto
y futuro arropador:
allí estás tú.

Ominsciente,
inmaculado,
sin que el tiempo
o las debilidades
disminuyan
la talla de tu ausencia
que está presente a cada paso...
Sin que tu eterno
tabaco y chanel
hagan
el aroma
de ésta y
todas
las madrugadas
en que
tu
recuerdo
me arropa
como
ninguno.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Me acuso:

de ser lo bastante estúpida
como para imaginar
algo entre tú y yo...
Si apenas soy la sombra
de lo que esperabas
en alguien más
y, definitvamente,
no está aquí ni soy yo.

Bañada de coraje,
teñida de sudor,
exprimida de lágrimas
le rezo en la orillita
de la cama
a quien amé
inmensamente
sin más recompensa
que las caricias
regaladas a un
animal que se quiere.

Desearía comerme
labios y palabras
antes que pronunciarlo,
pues con
esta infestación
de ti me basta:
me acuso
de creer
que existes
para mí.

martes, 7 de septiembre de 2010

Bolsa de valores

Me olvidé que
siempre me llevas ventaja:
yo apenas cotizo en pesos,
y tu moneda cambiaria son euros.

Nos separan mucho
más que centavos
y esta vez
no tengo suficientes pesos
para cotizar
a la alza
en la banca de tu afecto...

sábado, 4 de septiembre de 2010

Sucede que hoy

Tanta estrechez,
tanto ropaje,
en tan corto transitar...

Me dejan desnuda
o, si acaso,
suficientemente débil
para intentar
dar un paso más
sobre mi cabeza.