miércoles, 22 de septiembre de 2010

Pretérito perfecto

Cuando el pasado
se instala
como el único futuro probable...
Lo afirmo:
hay historias auténticas,
otras tantas contingentes.
Pero sólo algunas
que se instalan
persistentemente
en epitelio
e hipotálamo:
son las trascendentales,
las que recuerdan,
recrean,
exclaman,
rezan por encontrarse
(aunque en palabras)
con pasados
inmunes
a todo presente imperfecto
y futuro arropador:
allí estás tú.

Ominsciente,
inmaculado,
sin que el tiempo
o las debilidades
disminuyan
la talla de tu ausencia
que está presente a cada paso...
Sin que tu eterno
tabaco y chanel
hagan
el aroma
de ésta y
todas
las madrugadas
en que
tu
recuerdo
me arropa
como
ninguno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario